Mientras escribo esto, el dolor de algunos músculos son el recuerdo de esa noche. Muchas personas me habían platicado de La Perla, y, as usual, dado mi afán de conocer lugares raros y dodgies, el conocer este antrín se convirtió casi en obsesión. Como maldición, cada vez que me invitaban a un plan para ir, por una u otra cosa no podía asistir. Así que cuando se acercaba el festejo de mi cumple, decidí regalarme una visita al lugar.
Después de mil contratiempos (el Panzón chocó y llegó tarde por mí, el súper a donde fuimos a comprar los necessaires para el precopeo estaba hasta el queque, igual que el McDonalds, y la tipa que abría el depósito de los hielos en el Walmart tardó horas en cumplir su labor. Mi celular? Olvidado en casa para variar), por fin nos dirigíamos a casa de Hr. En el camino me enteré que Hrín y la Gorda seguían de shopping y que no había nadie en su casa, por lo que tuvimos que esperar un rato a que llegaran. Después de un agradable precopeo (donde aburrimos a los neófitos con anécdotas itamitas 100% y Hr no acababa de meterse a bañar) por fin partimos hacia el lugar.
Un tránsito terrible y yo amigos, me meaba. Llegando al estacionamiento bajé como flecha al bañito. Ya que veía al mundo distinto, y después de caminar media cuadra (horrible by the way), unas palmeritas iluminadas nos dieron la bienvenida (además de un señor de smoking, qué tal). El lugar era más pequeño de lo que imaginaba, y sí, oscuro y de mala muerte. Todas las paredes en rojo. Era como si te transportaras a una película mexicana de ficheras. Adentro nos esperaban Andra y su prima Paloma (que por cierto qué bien baila, al parecer el ritmo runs in the family), la Pau y el Tito, Analú con unos amigos y en otra mesa el Froi también con sus cuates. Nosotros éramos Pornie, Moni, Enrique, Alejandro, el Chiquis, Lalochis, el Panzón y yo. Muchos besos y abrazos. Regalos!!! Una camisa café bastante retro por parte de Andrita, y un Taz de peluche acompañado ni más ni menos que por todo un kit de cremas de limpieza, cuidado y regeneración facial de Pau (me rayé!). En el precopeo ya había recibido el nuevo libro de Guadalupe Loaeza de mi adorada Gorda y un padrísimo y totalmente personalizado portarretratos por parte de Hrín. Ah, y por supuesto, llevaba ya puesta la camisa regalo del Panzón. Muchas gracias amiguitos, los quiero mucho.
Meseros (léase señores) con chalequito negro y moñito atendían muy serviciales. Casi todos pedimos caguamas (que es como el drink de la casa), que bebimos en vasitos de plástico. Arriba de nuestras mesas, había una como plataforma con una concha gigante y blanca frente a la cual estaba situado el DJ.
Ni tardos ni perezosos, después de un ratito Pornie y yo abrimos pista (o bueno, pistita) felices de la vida. Y pues esa fue la señal porque al ratito ya estábamos rodeados de propios y extraños moviendo las caderas al compás de los tropicales ritmos. La música? Bueno, fabulosa porque era como de boda en barrio popular. Incluyendo temas retros y poperos. No podía faltar la botella de tequila para los shots de rigor!! Ya estábamos entonadillos cuando nos mandaron sentar que porque empezaba el show. Un poco antes llegaron Chayo, Pablinis, Iván, John y el infaltable Rodrigo Turrent. Con el show súper animados todos.
Después el bailongo a todo lo que daba y, eso sí, el calor está CAÑÓN. Yo sudaba y sudaba. Y como ni me sentaba, pues más. Después de varios shots y algunos vasitos caguameros yo decidí que ya no iba a tomar y pedí mi tradicional agua mineral. Pero fueron en vano mis buenas intenciones porque al ratito fui a platicar con Pablinis e Iván que me hicieron tomarme otros cuantos hidalgos y fue cuando perdí.
Ya para el segundo show la verdad no me enteré mucho de nada pero cuando acabó (un poco desilusionados porque no estuvo ni la jarochísima Yuri ni Paquita, aunque eso habla de que el show está en constante renovación), ¡a bailar se ha dicho!
Para entonces como que ya nos sentíamos súper en confianza y las parejas de baile no eran ya todas muy mixtas que digamos, pero pues ni quien se fijara. Toda la gente en súper ambiente y ya nadie cabía en la pista. Ya casi al final no podía faltar la Macarena, No rompas más y, por supuesto, el Payaso de Rodeo. Empezaron las despedidas pero Andra y yo decíamos “bueno, esta y nos vamos”. Pero la música seguía buenísima y pues fueron como cinco al hilo. Ya cuando salí de mi nube cumbianchera sólo quedaban Lalochis, el Panzón y Paloma con cara de “a ver a qué horas”. Calculo eran cerca de las cuatro cuando felices de la vida salimos. De camino al estacionamiento nos encontramos a un señor tirado en la banqueta y a otro recogiendo cosas de la basura.
Chismes? Pues el de la tipa de una mesa de junto que sospechaba que su novio era gremial y pues algún miembro destacado del gremio dio su opinión profesional de que sí. ¿Resultado? esa misma noche cortaron, jajajaja. Hrín se quedó con las ganas de tener el teléfono del galán en cuestión pero pues ni modo. Un miembro del grupo se pasó de allí a seguirla a uno de los bares de junto (léase el chacalísimo Viena) y otro partió para una orgía (así como lo leen, no es metáfora). Al otro día fueron también varios los afectados por la terrible cruda pero ninguno como Hrín. Recuento de los daños: crudos, con dolores musculares pero definitivamente habiendo pasado una noche muy chida. El lugar ganó varios fans y otros que no fueron pero oyeron el recuento ya se apuntaron para la repetición. En resumen, uno de los cumples más divertidos que he tenido… Gracias a todos por una noche increíble.
PS. Las fotos ya están en la web. Interesados soliciten el link.
PS2. Una reseña más detallada del lugar aquí. Actually, tomé prestadas las fotos tanto de la concha del dj como de la barrita de allí, jeje.
PS3. Por favor chequen mi cara de evidente ebriedad y alegría en la foto. Resume la noche.
Después de mil contratiempos (el Panzón chocó y llegó tarde por mí, el súper a donde fuimos a comprar los necessaires para el precopeo estaba hasta el queque, igual que el McDonalds, y la tipa que abría el depósito de los hielos en el Walmart tardó horas en cumplir su labor. Mi celular? Olvidado en casa para variar), por fin nos dirigíamos a casa de Hr. En el camino me enteré que Hrín y la Gorda seguían de shopping y que no había nadie en su casa, por lo que tuvimos que esperar un rato a que llegaran. Después de un agradable precopeo (donde aburrimos a los neófitos con anécdotas itamitas 100% y Hr no acababa de meterse a bañar) por fin partimos hacia el lugar.
Un tránsito terrible y yo amigos, me meaba. Llegando al estacionamiento bajé como flecha al bañito. Ya que veía al mundo distinto, y después de caminar media cuadra (horrible by the way), unas palmeritas iluminadas nos dieron la bienvenida (además de un señor de smoking, qué tal). El lugar era más pequeño de lo que imaginaba, y sí, oscuro y de mala muerte. Todas las paredes en rojo. Era como si te transportaras a una película mexicana de ficheras. Adentro nos esperaban Andra y su prima Paloma (que por cierto qué bien baila, al parecer el ritmo runs in the family), la Pau y el Tito, Analú con unos amigos y en otra mesa el Froi también con sus cuates. Nosotros éramos Pornie, Moni, Enrique, Alejandro, el Chiquis, Lalochis, el Panzón y yo. Muchos besos y abrazos. Regalos!!! Una camisa café bastante retro por parte de Andrita, y un Taz de peluche acompañado ni más ni menos que por todo un kit de cremas de limpieza, cuidado y regeneración facial de Pau (me rayé!). En el precopeo ya había recibido el nuevo libro de Guadalupe Loaeza de mi adorada Gorda y un padrísimo y totalmente personalizado portarretratos por parte de Hrín. Ah, y por supuesto, llevaba ya puesta la camisa regalo del Panzón. Muchas gracias amiguitos, los quiero mucho.
Meseros (léase señores) con chalequito negro y moñito atendían muy serviciales. Casi todos pedimos caguamas (que es como el drink de la casa), que bebimos en vasitos de plástico. Arriba de nuestras mesas, había una como plataforma con una concha gigante y blanca frente a la cual estaba situado el DJ.
Ni tardos ni perezosos, después de un ratito Pornie y yo abrimos pista (o bueno, pistita) felices de la vida. Y pues esa fue la señal porque al ratito ya estábamos rodeados de propios y extraños moviendo las caderas al compás de los tropicales ritmos. La música? Bueno, fabulosa porque era como de boda en barrio popular. Incluyendo temas retros y poperos. No podía faltar la botella de tequila para los shots de rigor!! Ya estábamos entonadillos cuando nos mandaron sentar que porque empezaba el show. Un poco antes llegaron Chayo, Pablinis, Iván, John y el infaltable Rodrigo Turrent. Con el show súper animados todos.
Después el bailongo a todo lo que daba y, eso sí, el calor está CAÑÓN. Yo sudaba y sudaba. Y como ni me sentaba, pues más. Después de varios shots y algunos vasitos caguameros yo decidí que ya no iba a tomar y pedí mi tradicional agua mineral. Pero fueron en vano mis buenas intenciones porque al ratito fui a platicar con Pablinis e Iván que me hicieron tomarme otros cuantos hidalgos y fue cuando perdí.
Ya para el segundo show la verdad no me enteré mucho de nada pero cuando acabó (un poco desilusionados porque no estuvo ni la jarochísima Yuri ni Paquita, aunque eso habla de que el show está en constante renovación), ¡a bailar se ha dicho!
Para entonces como que ya nos sentíamos súper en confianza y las parejas de baile no eran ya todas muy mixtas que digamos, pero pues ni quien se fijara. Toda la gente en súper ambiente y ya nadie cabía en la pista. Ya casi al final no podía faltar la Macarena, No rompas más y, por supuesto, el Payaso de Rodeo. Empezaron las despedidas pero Andra y yo decíamos “bueno, esta y nos vamos”. Pero la música seguía buenísima y pues fueron como cinco al hilo. Ya cuando salí de mi nube cumbianchera sólo quedaban Lalochis, el Panzón y Paloma con cara de “a ver a qué horas”. Calculo eran cerca de las cuatro cuando felices de la vida salimos. De camino al estacionamiento nos encontramos a un señor tirado en la banqueta y a otro recogiendo cosas de la basura.
Chismes? Pues el de la tipa de una mesa de junto que sospechaba que su novio era gremial y pues algún miembro destacado del gremio dio su opinión profesional de que sí. ¿Resultado? esa misma noche cortaron, jajajaja. Hrín se quedó con las ganas de tener el teléfono del galán en cuestión pero pues ni modo. Un miembro del grupo se pasó de allí a seguirla a uno de los bares de junto (léase el chacalísimo Viena) y otro partió para una orgía (así como lo leen, no es metáfora). Al otro día fueron también varios los afectados por la terrible cruda pero ninguno como Hrín. Recuento de los daños: crudos, con dolores musculares pero definitivamente habiendo pasado una noche muy chida. El lugar ganó varios fans y otros que no fueron pero oyeron el recuento ya se apuntaron para la repetición. En resumen, uno de los cumples más divertidos que he tenido… Gracias a todos por una noche increíble.
PS. Las fotos ya están en la web. Interesados soliciten el link.
PS2. Una reseña más detallada del lugar aquí. Actually, tomé prestadas las fotos tanto de la concha del dj como de la barrita de allí, jeje.
PS3. Por favor chequen mi cara de evidente ebriedad y alegría en la foto. Resume la noche.
4 comentarios:
Gracias friend por todo lo que dices... Pero qué pedo con que tengo 27 años!!!!!! Definitivamente tengo menos que eso, pero bueno, gracias por decirme que no se me notan ninguno de los años que tengo. Te veo el viernes!!
Qué bien me la pasé, Friend!! El lugar encierra todo el concepto de kitsch y nuestra fiesta estaba ibid... Lo único malo fue al día siguiente despertar con la cruda realidad acentuada por tanta vueltecita... Por cierto que qué buenos bailadores resultaron, eh!!
Felicidades Friend!!!!!!!
Beshobesho
Antes que nada pido al credaor de este blog no hacer publicidad a la orgy-party. Este blog es familiar y mis ojisto se pueden asustar de leer semejantes cosas.
Cambiando de tema Wey que buena fiesta!!! Estuvo increible, y la cruda bueno horrible hasta pedialite y pepto bismol me tuvieron que dar mis super enfermeras.
Rorra tiene razón el Friend que es eso de 27 si cuando llegó a los 30 se quedó ahí, o sea que desde que lo conoces seguimos festejando sus tres décadas. Pau sigue con esos regalitos ja jajja.
Jajajaja si ya séee, súper kitsch!! Con eso de que es lo de hoy... Y cómo está eso de que "resultamos" Analú? Pero si siempre hemos sido los Billy Elliots de la cumbiaaaa!!!
Ay Hrín, para empezar escribe "ojitos" y no "ojisto" jajajaja, hazte el mochín. Y weeey tú vas de mal en peor con esas crudas. Hasta nueva modalidad de wacareada inventaste!!! Silent-mode, jajaja.
Pepeee!!! Muchas, muchas gracias. De una vez te digo que me puedes volver a felicitar el 15, que es cuando realmente cumplo :D Un abrazo.
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