Ingredientes:
- 1 mosca
- Carnada para moscas
- Ganas de indagar en lo oscuro
Este ejercicio aunque es voluntario, también depende de la voluntad de la mosca participante. Busque un lugar tranquilo y en soledad. Tome asiento. Deje volar a la mosca libremente. Frente a usted coloque, muy cerquita, alguna carnada para la mosca. Cualquier cosa comestible servirá, de preferencia húmeda o con un olor fuerte. De acuerdo con el Principio de la Providencia, se recomienda que se utilice lo primero que se encuentre digno de este propósito.
Cuando la mosca se acerque, uno la observará fijamente en todos sus pasos y evoluciones durante un rato. Entonces, vuelva su atención hacia adentro, convirtiéndose en un espectador de sus emociones y pensamientos. Trate de no juzgar nada, sólo sienta. Si usted es afortunado, la mosca caminará entonces sobre su piel y las sensaciones serán más intensas. Se recomienda calma y concentración. Tenga presente que cualquier cosa que usted sienta, está bien. No existe algo como "lo que deba sentir". No hay un objetivo determinado para este ejercicio, pues este depende de cada uno. Cuando el miedo llegue, acéptelo. Si usted tiene sensaciones demasiado fuertes, pida liberar esa energía pero no rechaze lo que está sintiendo. Muy por el contrario, abrácelo. En todo momento sea usted un simple observador de lo que sucede afuera y dentro de usted.
Usted sabrá cuando termina el ejercicio porque la mosca desaparecerá súbitamente. No espere llegar a una conclusión inmediata con esta experiencia. Satisfecho por el esfuerzo realizado, de por terminado este ejercicio. Haga lo que usted guste con la carnada.
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