Betty Boop es uno de mis cartoons favoritos. Cada episodio era único porque las mejores bandas de jazz participaban en él. A pesar de realizarse en la década de los treinta, díganme por favor si no les parece totalmente sexosa: curvilínea, con ese provocativo liguero y ese caminadito taaaan GENIAL!!. A partir de 1934 fue otra cosa debido a que The Production Code Censorship [la censura en EE. UU.] hizo que le bajaran la falda y ocultara su escotito: de ser una flapper [así como las protagonistas de Chicago, liberadas y jazzeras], se convirtió en una husbandless housewife que vivía con un perrito [*].
Muy en el mood Princesas, X-mas Season y jazzero en el que me encuentro, aquí está este episodio que es una joya. La música, por el legendario Cab Calloway y el total absurdo de la historia y las imágenes, nos hace pensar que qué se fumaban los creativos de esa época. Reinas malvadas que se transforman en dragones porque sí, un carablanca que se transforma en fantasma y que baila igualito a Cab Calloway, un espejo que seguramente no pasaría los estándares politically corrects de los tiempos actuales y espejos que tienen la virtud de transformarlo todo. Un absurdo total, sexoso, un poco racista, loco y con buena música.
[*] [Wikipedia: Betty Boop].
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