¿Recuerdas la primera vez que fuiste carne de motel? O si aún no lo has sido, tal vez has fantaseado con ello alguna vez... A lo mejor no había otro lugar o les ganó la calentura o tal vez les parecía un lugar exótico. El hecho es que casi todos conocen uno o por lo menos tienen referencias de alguno.
La primera vez, intenso como soy, me informé muy bien al respecto. Una vez hecha mi elección (que se anunciaba como gremi-friendly en alguna revistilla), conté con la entusiasta participación de Hectorín para hacer todos los preparativos: hablar para conocer las tarifas y servicios, ir al súper a comprar todo lo necesario; después, ir al motel en su coche y preparar la habitación: el vino, las copas y el sacacorchos en la mesita junto a los sillones; velas repartidas por toda la habitación en lugares estratégicos y ensayar la iluminación adecuada. Peladilla porque las rosas para esparcir sus pétalos sobre la cama estaban muy caras. Fue iniciativa de mi amigo el acomodar el indispensable sex kit en uno de los burós (hasta los condones puso en forma de abanico jajajaja). Como todavía faltaba bastante para la cita, pues nos entretuvimos viendo los canales porno y comentando el punto. Una tarde muy divertida. Finalmente, me llevó al Vips de enfrente a esperar a mi date, que nada sabía de mis lujuriosos y kinkies planes.
Esperé y esperé, porque para mi mala suerte, la cita en cuestión chocó en el camino. Después de esperar a que comiera (y el tiempo pasaba taaaan lento), finalmente le dije que le tenía una sorpresa preparada y que ya nos teníamos que ir. "¿Qué es, qué es?", preguntaba. No se me ocurrió otra cosa que decirle mas que había organizado un espectáculo multimedia sólo para nosotros.
-¿Cómo? ¿Espectáculo? ¿Sólo para nosotros?
-Tú no preguntes y ya vámonos que nos están esperando.
-Pero dónde es o qué.
-Yo te voy diciendo, es aquí cerquita.
-¿Pero cómo multimedia?
-Pues es que es "visual"... con luces... y sonido!
-Pero qué es???
-Es una sorpresa.
Finalmente partimos, aún recuerdo su cara de sorpresa cuando le dije "métete aquí", en una entrada que daba a un portón cerrado. "Amooooor!!! Así que esta era la sorpresa!! ¿Pero quién nos va a abrir?" Inmediatamente después, el zaguán comenzó a abrirse solo (todo muy automatizado). Ya les había avisado a los del motel que iba a salir y regresar con otro coche (que bueno que en esos lugares no hacen muchas preguntas... me habré visto muy prosti?) así que también ya nos estaban abriendo el zaguancito privado del cuarto. Una vez que pagué, y cerrado el zaguancito, como mi prosti-fantasía incluía besos en cada descanso de la escalerita que subía a la habitación, pues me apliqué a ello con singular alegría (weeey ya que había hecho tanto, mi aventura tenía que ser flawless!!!)
-"Espérame tantito, no entres". Corrí a prender las velas y las luces previamente seleccionadas, voltear las copas que dejé secando, servir dos copas y finalmente fui a abrir. Ya no les contaré más pero les puedo asegurar que la primera vez que me convertí en carne de motel, me la pasé perfecto. Y tu primera vez?
1 comentario:
Pues yaa ves que a mi en esos terrenos o me pasan cosas de películas de Meg Bryan o de películas de ficheras, y la primera vez que fui carne de motel neta si fue medio sódido, pero divertido,
Recuerdo que yo estaba fascinado subiendo por sus escaleras en donde se podía oir a lo lejos gemidos y golpecillos en las paredes...YO estaba seguro que después de esta vez, iba a salir en un video porno, de esos que filman sin que te des cuenta. Lo que mas me sorprendió, casi podría decir que me desilusionó, (yo ya estaba preparado para casi cualquier cosa) es que el cuartito estab muy limpiecito y hasta bonito si lo juzgamos de acuerdo a su propia estética...
De aquí, salto al momento en que salí, y una voz, detras de la ventanilla (si, ventanilla como de taquilla del metro) que había en vez de recepción nos preguntó, ¿van a regresar? y mi acompañante dijo " no ya no" "REgresar?" -me pregunte a mí mismo- tengo que confesar que por un momento lo dudé....
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