No sé qué pensar ni cómo estar. Por un lado creo que nuestro ranchero y gerente por fin pensó claro al "renunciar" a Macedo de la Concha y mandar una iniciativa de ley para que los individuos en proceso de juicio conserven sus derechos. Cuando lo leí esta mañana me sentí muy feliz, eufórico. Pensé que por fin avanzaba nuestro país. Que por fin veíamos claro.
Por otro lado, el camino queda abierto para que el Peje ocupe la silla presidencial. Cuando, momentos después de mi falaz arrebato de alegría reflexioné en esto, me dió un ligero retortijón (bueno, debo confesar que esto fue acentuado por el hecho de que La Jefa [la cual al parecer hoy tomó anfetaminas y dejó su tratamiento hormonal] con su olor a viejita se apareció y comenzó a dictar frenéticas y confusas órdenes).
Finalmente, cuando pensé que después de todo este performance político quedamos casi igual que al principio, que no hemos avanzado en lo importante, ya no supe que pensar...
Ahora comprendo a los maníaco-depresivos bajo medicamento. Y no me hizo falta nada más que ser mexicano y vivir en México.
1 comentario:
Si, friend. Me sentí igual.
De hecho escribí al respecto en mi (tu) blog.
Pero yo creo que fue lo mejor que Fox pudo haber hecho.
Como dije allá... a veces ceder significa ganar.
Si el Peje gana, es porque tenemos al peor gobernante que cualquier democracia puede tener: un pueblo injusto y torpe.
Entonces ya no me verán tan feo cuando escupa comentarios como: "Se los dije... ya lo decía Don Porfirio, y ahora nos lo dice el Peje: La democracia es caldo de cultivo para los peores demagogos. Y en México sufrimos severa septicemia."
Entonces podré dar un golpe de estado y poner a mis cuates. No será muy incluyente, pero ah! qué bien nos la vamos a pasar!!!
Obvio, estás invitado. ;)
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