martes, abril 05, 2005

Es la primavera! o Apología del calor

El manual de Carreño señala que las conversaciones que versen sobre el clima son adecuadas con cualquier interlocutor y casi en cualquier momento. Y es chistoso que este tema muy comúnmente conduce al tópico de que si uno prefiere el frío al calor o viceversa. Más chistoso aún que en estos coloquios los defensores del frío repiten exactamente los mismas lugares comunes! V.g: "con el frío me pongo una chamarra y se me quita, con el calor aunque me desvista lo sigo sintiendo"; "el calor me atonta"; "si hace mucho calor no me dan ganas de hacer nada", etc. Siento que para defender al calor existen muchas más razones.

Mientras escribo esto estoy con las ventanas abiertas, el ventilador a todo lo que da, bebiendo un vaso gigantesco de agua con hielos (o debo decir hielo con agua) y comiendo un plato de sandía previamente guardada en el refri. Y soy feliz. Debido al cambio de horario y al calor, se me ha hecho súper difícil conciliar el sueño toda esta semana (a lo cual se debe mi aspecto y actitud de zombie), pero no me importa. Con el calor me dan ganas de hacer mil cosas, no me cuesta trabajo levantarme temprano (el calor hace que salte de la cama a la ducha), me dan ganas de hacer ejercicio (ya hasta me compré un nuevo aparatillo de abdominales) y bueno, hasta lavar mi coche me parece una tarea agradable (lo cual me parecería una aberración el resto del año).

Me gusta no pensar en qué sweater, chamarra, bufanda, etc. combinan con el outfit del día y entre sí mutuamente. Dos sweaters ligeros con los colores de la temporada en el coche te quitan de apuros. Me encanta cómo se ven las mujeres con falda. Me encanta caminar en la noche con alguien o con mi Sabrina (mi perra) en playera. Me encanta ir a la playa. Me gusta dormir con la ventana abierta y ver el cielo y sentir la brisa nocturna. Me gusta ir de antro y no tener que pagar la cuota del guardarropa. Me gusta salirme de bañar a cualquier hora del día sin pensar con angustia en el shock térmico al salir a vestirme (peor si se me olvidó prender el calentador antes de meterme al baño!). Mis plantitas crecen y yo tomo más agua (una escultura no se hace en un día). También adoro el horario de verano! Me encanta estar en la terraza de un café a las 8 y media de la noche y que aún haya luz. Además, con más luz como que la gente está de mejor humor y, sobre todo, menos entumida y más ligera de ropas (yummi...) Bueno, si hasta es de público conocimiento que con el calorcito hasta todos andamos un poquito más hornies, por lo que las probabilidades de salir de la sequía (aquellos que se encuentren en ella) o dar alegrías adicionales a nuestros días son mayores...

Esta es una invitación a compartir esta alegría o, por el contrario, a buscar razones más creativas para defender el frío. Y todo esto con el plus adicional de que en dichas conversaciones, pocas veces se entra en polémica. El respeto por el termostato personal de los demás impera. Carreño lo aprobaría...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues ahorita duermes con la ventana abierta, espera unos meses más y tendrás que cerrarla si no quieres que te piquen los mosquitos, el calor, estimula el desarrollo de la vida, pero con ello los insectos crecen en número, las enfermedades gastrointestinales están a la orden del día y me choca que haya tantas moscas casi a donde quiera que vayas.

Y ni que hablar del transporte diario, te pegas a las vestiduras de tu coche, o peor aún te subes al metro o al micro, y tan pronto abren las puertas te llega el tufo cañonsísimo de todos los sudores y humores mezclados en un vaho soporífero y mareador.

Creo que mucho depende del organismo de la persona, a mi se me quita mucho mas rápido el frío que el calor, di que gracias a Dios yo no sudo mucho, pero si lo hiciera posiblemente el olor del metro no me afectaría tanto.

Y si todo esto no fuera suficiente, en la amplísima y abiertísima mente de los dirigentes de mi escuela se les ocurrió que los hombres no pueden usar zapatos descubiertos. pero no se les ocurrió poner la ventilación adecuada en cada salón.

Pero todo esto lo soporto por una razón: los helados, las paletas de jícama con chile, el agua de limón con chía, los helados, además la mayoría de las frutas están riquísimas, los helados, no tengo que cargar toda la ropa adicional, los helados, los helados y los helados.

Anónimo dijo...

Mi queridisimo Friend!! Por fin estoy aquí para que dejes de reclamarme diariamente...
Pues yo creo que todo extremo es malo. En lo particular mucho frío me provoca no querer ni cambiar de posición para evitar perder el poco calor corporal que logras adquirir después de estar un ratito en un solo lugar. Por otro lado, el calor en exceso tampoco es buen amigo... sobre todo cuando vas manejando a las dos de la tarde con un tráfico irreal sobre viaducto. Cualquier persona en sus cinco sentidos consideraría esto un atentado contra su salud (tanto física como mental). Por lo tanto considero que lo ideal sería un clima templado... un mix d ambos (por llamarlo de alguna manera). Tal vez el cielo azul soleado pero teniendo también viento frío buscando aligerar el bochorno que hemos vivido en los últimos días. Evidentemente y coincido contigo: en gustos se rompen géneros...

Anónimo dijo...

Bueno por una vez en la vida debo coincidir con la Thailandesa (cosa extraña en estos tiempos), soy de esos seres que por azares del destino nació en un país templado/caluroso y no en islandia como su cuerpo lo necesita. De verdad con el calor que se ha sentido últimamente me he sentido como un siberian huskie (esos perros que parecen una mezcla entre lobos y gorditos simpaticos), en verdad mi organismo no esta hecho para temperaturas más allá de los 20°C; Por una parte, tengo una fácilidad sobrehumana para insolarme; Por otra parte, el calor me provoca tedio, bochorno y ganas de mandar todo al carajo (bueno casi todo....). Finalmente debo admitir que soy uno de los detractores de la Primavera. Me encantaria que tuvieramnos invierno 6 meses y otros 6 de clima semi templado. Aplausos...............