- 1) Quiero mucho al Gordo!
- 2) Me hace mucha ilusión que ya haya entrado al kinder [snif!]
- 3) Me raya comprar papelería, puedo pasar horas dentro de un Office Something [freak!] y salir feliz ya sea que compre algo o no.
Me asombró que la lista fuera pequeña [yo recuerdo que mis listas de útiles eran gigantes] y con cosas que consideré facilísimas de conseguir. Todo alegre me dirigí al Office Algo de Gran Sur y saqué mi listita. Entre otras cosas, pedían:
- 4 lápices "entrenadores" marca Mirado [me gustó que pidieran una marca específica, así como que "vas a lo seguro"]
- 2 gomas blancas grandes
- 1 caja de crayolas extra gruesas de 12 colores
- 1 resistol 850 [o sea lo digo y me da nostalgia] de 250 grs.
- 1 plumón de aceite negro [o sea cómo de aceite? mi hermano me tranquilizó por teléfono asegurándome que eran los "permanentes"]
- 1 plumón de agua de cualquier color [igual Lalochis me tranquilizó nuevamente: "compra un Aquacolor"]
- 1 paquete de estrellas adheribles [esto bueeeenooo, hasta decidí comprarlo al final por todos los buenos recuerdos y nostalgia que me dieron al verlas en la lista]
- 4 pliegos de papel crepé de diferentes colores [esto ya no me gustó tanto... nunca me gustó el papel crepé..., pero bueno equis]
- 1 pliego de foamy [color a elegir]
- 5 protectores de hojas transparentes [esto último sí me conflictuó y ni Lalochis pudo tranquilizarme... como miquitas para ponerlas en una carpeta? o existen micas solitas sin hoyitos? en fin, ya vería sobre la marcha]
Con qué empiezo? Pues con lo fácil me dije, vamos por los lápices! Errooooorrrrrr. Para empezar, me di cuenta que con el regreso a clases, la configuración de todo estaba cambiado: todo lo relacionado con el back to school estaba en un pasillo. Allí me quitaron el placer de ir a cada lugar por cada cosa. OK. Llego a los lápices... Ni rastro de los dichosos "entre- nadores". Bueno no importa, aquí están las gomas. Por supuesto yo quería comprar unas gomas de migajón que me encantan como borran. Pero nooo, la lista decía "blancas". Nonono que tal si por mi iniciativa ahora sí que mandan a la goma a las gomas o les cae mal el Gordo a las teachers desde la primera semana. Bueno pues busqué las gomas "Factis", que son las blancas suavecitas y con cartoncito azul y rojo. Tampoco... Bueno pero qué mal surtido está este Office!! Después de que el vendedor casi se ríe de mí después de escuchar mi descripción de las gomas [y es que no sabía la marca, ahora me voy enterando que son "Factis"] me dijo que no, que por supuesto ya se habían acabado en la rebatinga del fin de semana y de ayer. Pues clarooo si son de lo mejor, me dije. Por fin me decidí por un paquete de 2 gomas que se veían cuquis. Ok, gomas: check mark.
Qué mas? Plumones! Son aburridos los plumones. Aquacolor of course pero... qué marcador "de aceite" llevar? Había miles! Chicos, grandes, con punta de cincel, con punta redonda, bueno hasta había unos que ponían en la etiqueta "marcador permanente" e impreso en el cuerpo decían "plumón para pizarrón blanco", qué stress. Como seguro era para las misses, iba a llevar el más feo y baratón, pero mi alma papelera me llevó a comprar nuevamente el más cuquis, grande, de forma exótica y moderna y con "ultra grip".
Luego compré el papel crepé [hueva de papel], el resistol y otras cositas. Ya estaba algo estresado rodeado de madres y muchos chiquillos gritando y con tan poco surtido y demás. Algo para alegrar el shopping, me dije, vamos a las crayolas. Pues oh decepción porque estaban todas revueltas y de las "extra-gruesas" de 12 ni sus luces. ¿Cómo es posible que no haya? me dije. Esto sí es inaceptable. Las crayolas son un must. Por fin después de rebuscarle encontré las "jumbo" de 24. Y las de 12? Otro rebusque y encontré las Crayolas Jumbo de 12 "para papel construcción"
Sintiéndome súper afortunado, por fin localicé a otro vendedor [a mí se me hace que ninguno se acercaba a esa sección por salud mental y para no verse rodeado ahora sí que de mil madres y todas preguntonas] quien me informó dónde estaban el foamy, las estrellitas y me dijo que los protectores de hojas sólo los vendían por paquete de muchos [carítzimos amigos!]. Bueno pues fuí por las estrellitas y, como me dieron tanta ilusión, compré un paquete de unas rojas normales y otro como muy sofisticado de estrellitas doradas de super lux de distintos tamaños. "Espero que sólo se las pongan al Gordo y no a otros niños" me dije, todo envidioso. Después fantaseé que serían LAS estrellitas y que sólo se las pondrían a los que de veras se portaran súper bien y trabajaran perfecto. Y al Gordo, claro! Pensando en estas mamadas bajé [estaba en el segundo piso] y fui a las cajas. Un colón. Ya llevaba como 10 minutos allí parado cuando veo a una madre desplegando con gracia singular un pliego de foamy sobre el mostrador. El foamyyyy!!! Le encargué mi lugar a la mujer de atrás y corrí y corrí, subí las escaleras y busqué y busqué y no encontré el foamy. Calma, Alex, respira, cálmate porque así no lo vas a encontrar. Con la canastita llena de cosas recorrí y recorrí el pasillo donde me dijeron que estaba. Ok, localicemos a un vendedor. Jajaja inocente palomita. Por fin encontré a una con cara de esquizofrénica y mal pagada que me dijo que, en efecto, estaba en ese pasillo, al final y del lado izquierdo. Bueno que estoy ciego o qué, pensaba, por supuesto esta vieja no sabe de lo que habla, seguro ya se acabó también, seguro ya está harta de la vida y me mintió como venganza por estar hasta la madre de todas las madres preguntonas y... sí, allí estaba el foamy!! Con la hoja gigante de foamy color amarillo-look-at-me ondeando al viento y bastante sudoroso, agitado y estresado, bajé las escaleras para encontrarme con que la tipa que estaba atrás de mí ya estaba pagando... NOOOOOOO!!!! Resignado, me volví a formar. Ya francamente malhumorado, pagué de mala gana casi 350 pesos por los "poquitos" útiles que llevaba. Qué stress!!!! Echando madres de la economía mexicana y de nuestros gobernantes, con sincera consideración hacia todos los padres de familia del país y cuál señora estresada y admirada por los precios de los artículos, salí de aquél Office Something sólo para encontrarme que llovía y yo no traía paraguas y que había que cruzar como 100 metros para llegar al techito...
Ahora entiendo el stress de mi madre ante las larguísimas listas de útiles pidiendo mil cosas específicas. Y de su stress ante la perspectiva de forrar ene cuadernos para sus 3 hijos. Pero también me acuerdo que siempre nos compraba lo mejor y lo más bonito. Estresante pero bonito: así es comprar útiles para los pequeñuelos...
Ahora sólo queda esperar que la creatividad del Gordo se derrame por toda mi casa y me sorprenda ayudándole a las tareas, encontrando ,si tengo suerte, dibujos pegados en el refri. Y, si no la tengo, en las paredes de mi cuarto...