viernes, agosto 04, 2006

DE LOS SIGNOS APOCALÍPTICOS O DE LA APARICIÓN DE LAS LONJAS

Ay chicos de qué puedo escribir en estos tiempos de guerra, granizos apocalípticos, campamentos de resistencia civil y sexo no-sin-mi-condón. Que estoy en shock, en terrible shock. Me resistía a escribirlo, pero pues quien sabe, igual y me sirve como terapia. Todo comenzó hace ya algún tiempo: era un viernes terrible cuando la báscula del gym no marcó "68 y algo", como de costumbre, sino que marcó "70 y algo". NO PUEDE SER, me dije, debe haber un error, ok, en el fin siempre engordo dos kilos pero siempre los bajo en la semana, claro porque soy un flaco, siempre he sido un flaco, por favor alguien dígame que soy un flaco, no, no, pues qué comí, a ver, desayuné... qué desayuné? pues a lo mejor desayuné pesado, ah ya sé, esa comida del colmex, que es terrible y demasiada...

Una semana antes, comenzaron los síntomas, aunque en ese momento aún no me había dado cuenta. Yo, que nunca he sido de dulces, me moría por las tardes por algo dulce. Un día, se me antojó un McFlurry con Crunch y M & M's. CÓMO LO DISFRUTÉ!! Al tercer día volví. A la siguiente semana, pasaba DIARIAMENTE al AutoMac por uno. Justo en esa semana, se me ocurrió invitar a Hrín, quien súper lindo me acompañó. Par de gordos, al llegar nos dió hambre (es que ya eran las 6.30) y pues CADA QUIEN PIDIÓ SU MCTRÍO [si ya séeee, mil tipo SUPER SIZE MEEE!!]. Nos la pasamos espléndidamente en la gran plática y comiendo. Pero y el McFlurry? "Ya es mucha gordura, no?", dije ilusamente. "Ay, uno para los dos, friend" "Bueno, está bien". Para nuestra ¿fortuna?, la señorita se equivocó, nos cobraron uno y nos sirvieron dos. Pues Hrín no pudo acabarse el suyo. YO SÍ.

Lo peor fue el lunes, cuando la ví, allí estaba, esperándome, con sus numeritos rojos. Si el viernes pesaba 70, seguro el lunes pesaba 72!! PUES ASÍ ERAAAA!!! El club entero no oyó mi grito desgarrador porque ese fue en mi interior, de miedo y desesperación, todo mi ser interno se congestionaba en un gesto similar al de El Grito, de Edvard Munch. Lo peor es que mientras, angustiadísimo y compungido, caminaba hacia las regaderas, EN LO ÚNICO EN QUE PODÍA PENSAR ERA EN COMERME ALGO DULCEEE!!! COMO NECESITABA UN MCFLURRY QUE ME HICIERA SENTIR MEJOR EN ESE ACIAGO MOMENTO!!! Ay Dios mío, me dije, YA PIENSO COMO GORDO, QUÉ STRESS!!!! Mientras el agua corría por mi cuerpo, con el pulso acelerado, me imaginé mi futuro "Full Monty Style": sentado en un cuartito, escondido del mundo, con plastico autoadherente en la panza, con carita de profunda angustia y comiendo un chocolate.

Y así fue amigos, poco a poco, gramo a gramo, como llegué a 74 y algo. Allí fue cuando dejé de pesarme, sobre todo por salud mental. Ese día fatal, hasta no tomé agua antes. "Claro, me dije, pues si el agua pesa y yo diario me tomo dos litros y tres cuando vengo al gym, pues claro por eso peso tanto" Hasta a ese grado pueden llegar las chaquetas mentales de un negado panzón.

Ahora hablemos de los efectos de tales kilos sobre mí. Bien dicen que no hay mal que por bien no venga. Pues bien, el efecto positivo es que por primera vez en mi vida llené un pantalón. En ese maravilloso día, también debo agradecer que mi pantalón, uno de los más ajustadines que tengo, estaba recién lavado, ya ven que como que encogen un poquito. Pero no importando LO BIEN que se me vean ahora mis pantalones y lo bien que me vea de perfil [as long as I hide my belly] en las mañanas mientras me visto, un efecto es innegable. Una terrible externalidad negativa: la timba que me cargo. Si siempre me la vivía diciendo que tenía panza y todos se burlaban de mí, ahora es al revés: Todos notan mi pancita y yo río por fuera [y lloro por dentro, snif!].




En fin, cada mañana trato de encontrarle lo bueno a esto y veo al espejo mis [nuevas y nunca antes vistas] lonjitas. En serio! nunca las había tenido... Chiquitas pero EXISTEN-EXISTEN-EXISTEN, como diría la canción de Santa Sabina. Mientras busco el outfit adecuado PARA DISIMULAR LA PANZA [ahora veo cuan sabios y útiles son los consejos de NO TE LO PONGAS! y los míos propios, que hasta ahora sólo daba a mis amigos con problemillas similares], me concentro en pensamientos positivos. Fiel discípulo de Louise L. Hay, pienso que mi cuerpo es sabio y hace su mejor esfuerzo por ayudarme. Me concentro más y me convierto en la Magna Energía Electrónica que fluye por todo mi cuerpo y mente y elimina todo aquello que no es similar a ella. Amo y respeto mi cuerpo. Ya cuando llego a la ducha, hasta miro con amor a mis lonjitas y a mi pancita que comienza desde el esternón. Me acepto tal y como soy. POR FAVOR CHEQUEN EL DATO QUE LLEGAR A ESTE PUNTO REQUIERE DE GRAN CONCENTRACIÓN MENTAL.

¿La causa? Platicando con Hrín justamente de esto, caí en la cuenta de repente. Claro! cómo no me había dado cuenta antes? DEJÉ DE FUMAR!! Ni tardo ni perezoso busqué en el libro de autoayuda correspondiente [yo que era anti-libros-de-autoayuda ahora soy fan]. Allí encontré que uno engorda cuando deja de fumar por 3 causas principales:
  1. Porque tu ansiedad aumenta y claro, comes más.
  2. Porque al ya no tener la capa de alquitrán en tu boca, nariz y garganta, los alimentos te gustan más y claro, comes más.
  3. Y ESTA ES LA CAUSA MÁS TERRIBLE DE TODAS: Porque al ya no tener nicotina a la mano, DISMINUYE TU GASTO METABÓLICO. Síiii tu metabolismo cambia. Bueno, al leer esto yo sentí que ahora sí, de plano, había llegado el final de una era.

Porque las consecuencias de esto son FATALES, FATÍDICAS [Y FATALITIES, así como en Mortal Kombat]: significa que, comiendo exactamente igual que antes [esto es, aún si logras superar la ansiedad y los antojitos], ENGORDAS. ¡La única solución es comer menos! Y claro, con la ansiedad 1) de la ausencia de nicotina y 2) de descubrirte gordo por vez primera, trabajando a todo lo que da, en contra de tu buena voluntad. Yoooo que siempre he sido un tragón y toda la vida me he dado lujos en el buen comer. Yo, que por lo menos veo que mi alimentación NO ESTÁ TAN MAL y que como más sano que la mayoría de la gente, pues ahora resulta QUE NO ES SUFICIENTE. Yo, que hago 20 minutos de elíptica Y QUE NI ASÍ BAJO LA LONJA. En fin, pienso en todo esto y lo único que se me ocurre es respirar profundo, muy profundo y regresar a mis pensamientos positivos...

Finalmente, qué puedo decir. Que si antes no entendía porque los gordos estaban gordos ahora me siento identificado. Igual y es una lección de la vida para enseñarme a ser empático y humilde. El Universo me ha retirado un don [mi maravilloso metabolismo] para enseñarme algo? Quiero pensar que es para, en primer lugar, sacar al guerrero y no dejarme vencer por la adversidad. Sí, ya sé que suena jaladísimo de los pelos pero no me dejaran mentir las guerreras de las dietas [y miren que conozco a varias aguerridísimas] de que esto no es un juego de niños: requiere disciplina, voluntad y deseo de mejorar. Requiere de levantarse ante el fracaso y la adversidad. Así que ánimo!!: MI REINO POR UN VIENTRE PLANO!!!



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta mucho la manera en que escribes,pero esta vez creo que exageraste con eso de las lonjitas, bueno hablo de las tuyas, porque al menos yo no te las noto. Sin embargo me reí muchísimo con tu pato aventura y más con las tiras cómicas de mafalda.

Hectorin dijo...

Dios mio!!!!

Soy un rubio gordito!!!!!

Alex dijo...

FRIEND!!!!
Ahora si pasaste la raya y que Dios te perdone!! Yo a veces si me he sentido " gordito", por que me salió una lonja donde antes no tenía, pero según mi " doctor" me dijo que eso es normal,a cierta edad uno embarnece, si ya sé , ese término no se porque se me viene a la mente un pastelillo de mantequilla, en pocas palabras engordas un poquin. Así que no te streses !!!