wey qué pedo. primero finísimo bar de sanborns cuicuilco en el cual el personal miraba incrédulo que estaban hasta el tope. paquete de 300 pesos: botella de tequila herradura con garnachas y refrescos incluidos. pantalla gigante de esas que si estás un poquito de lado solo ves sombras. apretuje cynthia y yo en un taburete: mejor que yo en el piso en posición odalisca futbolera. como ni veía bien y no conocía al 70 por ciento de los que estaban a mi alrededor seguí la estrategia que nunca falla: chúpale mi rey, como diría la piñis. estrategia exitosa pues al rato ya no estaba entre completos extraños. preguntando supe por fin que es un fuera de lugar, balón parado y pelota dividida [si pregunto en mi familia, no se les olvida ni en 40 años]. platiquita amena y más tequilita con limón, partido de hueva. no sé si era el alcohol o la pantalla pero ya no sabía si era nuestra portería o la de los angoleses y mientras yo gritaba pendejo todos vitoreaban [osso, qué bueno que nadie dijo nada, igual y ni oyeron]. se me antojó mucho un cigarrito pero resistí [sí, como los machos --incluir aquí acotación analunezca--]. ni cuenta me dí cuando acabó el partido pero qué bien me caían todos para ese entonces...
¿0-0? wey qué mamada...
2 comentarios:
Una botella de tequila con garnachas: 300 pesos
Una pantalla plana con alta definicion:30 000 pesos
Estacionamiento de Cuicuilco: 35 pesos
Que tu amigo te cite: !chupale mi rey!: NO TIENE PRECIO
La piñis
Jajajaja es que friend, tu frase ya es todo un clásico. Besos.
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