stress en el periférico para llegar a las 9 am a el colegio, donde iban a proyectar el partido en el auditorio. no ví ninguno de los tres goles, más bien los escuché por w radio. estaba en el auto mac pidiendo mi mcmuffin con juguito cuando cayó el gol [el único] de méxico. acelerador a fondo. llego al auditorio [paso chacha apurada] con todo el kit: lap, mochilita, bolsita con desayuno, botella de agua y bandejita con jugo y café, y por qué no? entrada espectacular: me cruzo delante del proyector con la consecuente rechifla de todo el respetable [qué gente!]. apenado, pero eso sí, muy digno, me siento a desayunar. muy el colegio pero no faltaba el naco atrás de mí haciendo sus naqui-comentarios sobre el partido. bueno, pensándolo bien retiro lo de "muy el colegio", jajajaja. medio tiempo. aprovecho para pasar el archivo de la presentación de mi jefa al flash drive. saludo a los friends y cambio de lugar. ahora a mi izquierda dos viejas súper gritonas y cagadas. me emocionaba más con sus gritos que con el partido. es chistoso como algo como el fútbol, últimamente tiene un papel fundamental en mi equilibrio bioquímico y emocional. con pulso acelerado, pasé de la esperanza a la decepción, del ánimo al descorazone, y de la admiración a la pendejeada de todos y cada uno de los miembros de la selección pero en especial de mi ex-héroe rafita márquez [otra actuación como esta, y te quito el título de papito] y del pendejito que falló el penalty [acaso era nuestro ex-dios bravo?]. ya casi para acabar el partido, mejor deseé que ganara angola por dos goles para evitarme la vergüenza de ver a nuestra chafi-selección en octavos de final. México, shame on you.
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