LA CEREMONIA ANUAL DEL FAB FIVE o DE CÓMO FESTEJAR NAVIDAD EN FEBRERO

Como consecuencia de tener agendas más complicadas que un ministro del Interior y de tener una vida glamorosa y cosmopolita [una miembro [¿o miembra?] tuvo su viaje de fin de año y de relajación por tanto stress debido a trabajar 2 meses, a la Madre Patria, y otra se nos fue de turista-compra-piratería-de-primera-calidad a la Lejana China], la Cena Navideña del Fab Five por fin tuvo lugar el sábado 10 de febrero. Me gustaría contar TODO lo que pasó esa noche, pero por razones de confidencialidad, pudor y sentido común, no es posible. Baste decir que, as usual, hubo muchas risas y algunas lágrimas sentidas, abrazos múltiples, bolitas de amor, shots de tequila, muchas botellas de vino, comida rica, regalos [este año fueron pijamas, de hecho mientras escribo traigo puesta la mía que me encantó, gracias Male], gritos espeluznantes en la madrugada, confesiones, revelaciones y terapias grupales. A diferencia de otros años, esta vez hubo drama, malacopa de algunas miembras, dejamos pendientes por falta de tiempo [pues la "dinámica grupal-emocional" de este año estuvo medio tardada] honorabilísimas tradiciones como la Snap Cup y el intercambio de regalos chistosos, se introdujo el vino rosado [yo voto para que se quede como tradición] y parece que ya superamos [un poco] el revisar nuestras anécdotas, vida y obra en Europa.

No importa cómo sea, cada año me quedo con la misma sensación: Fab Five, los adoro!!! Gracias por ser mis amigos!!