Pues el viernes no fui a trabajar, según para descansar la gripe, que me estaba medio muriendo, pero pues cuál, me la pasé toda la mañana haciendo el informe que tenía que hacer desde mi casita!!! (eso es explotación, amiga). El sábado pensaba descansar pero pues también cuál, en la noche tenía la ya tradicional cena navideña con Hectorín, Pornie, Mary y Male y pues aunque me levanté tarde tipo 11, me la pasé en el acelere bañándome, yendo a desayunar, envolviendo el regalo del intercambio, viendo qué cosas llevar para el "intercambio chistoso" (cosas chistosas envueltas para regalo, las más que puedas y después con un dado jugar a llevarte regalos, quitárselos a los demás y viendo como te los quitan también) yendo al súper a comprar los ingredientes (me tocaron las entradas y botanitas) y como la verdad me vi súper intenso me pasé horas en la cocina!!! (ay amiga ya vi porque no estudié para chef: es una chinga!!!)
La reseña de mi experiencia como chef wannabe: 1.00 pm: Primero pensé en hacer mi ya tradicional queso Philadelphia con mermelada de naranja con chipotle y galletitas ritz. Muy rápido licué la mermelada con el chipotle, la metí en un tupper y al refri!! Dije: bueno, todo perfecto. Ahora seguía mi receta maestra, con la que pensaba lu-cir-me: Ciruelas pasas rellenas de queso crema y envueltas con una tirita de tocino. Entonces, comenzó lo realmente difícil: deshuesar 25 ciruelas pasas. La verdad es que no pensé que fuera tan rudo el asunto. Weeey, me llevó como hora y 15 minutos quitarles el huesito a las hijas de sushi... (hice la receta, que vi en una revista, de memoria... me habrá faltado recordar algún tip para hacer ese paso más sencillo????) Cuando acabé, con los dedos medio adoloridos, pasé al paso 2. A saber, rellenarlas de queso crema ablandado. Madres! Primero qué pedo con deshacer el queso crema (se te queda todo en los dedos) y luego volverlo a apelmazar y compactarlo, para después con una mini-cucharita rellenar minuciosamente las ciruelillas pasas (con mucho cuidado para no mancharlas de afuera y te queden impecables). Creo que allí se me fue como otra hora. Ya me sentía el rey de la cocina (ya nada podía detenerme!) y dije: ahora solo falta enredarlas en tocinito y a la ch…!! No amiga, no fue así de fácil. Había que cortar el tocinito como que en tiritas más delgaditas (a que nunca has intentado cortar el tocino, es muy difícil!!) y luego calcular el largo para que no quedara puro tocino y poca ciruela. Enrollarlas para que se vieran bonitas y acomodar los extremos del tocino en una artístico cruce de carnes frías. Finalmente, acomodarlas en un refractario y ponerle papel aluminio encima. (por si quieres la receta, después las salpimentas al gusto y las metes 10 minutos al horno a 180 grados. Servir calientes). No, qué stress.
Yo había quedado en pasar por Malena a las 4 pm pero a esa hora apenas estaba haciendo mi tercera botana: palillos con uvas verdes sin semilla, dátiles y queso manchego. Ya mejor ni te cuento la labor de desinfectar las uvas (y yo que me sentía todo eficiente porque fue de las primeras cosas que hice antes que todo) luego partir los dátiles en dos y partir el queso manchego en cubitos decentes. Finalmente, poner jueguitos de tres en cada palillo. Yo no sé cuántos palillos hice, pero ya los soñaba… Todo eso lo hice como en media hora y por fin me puse a la tarea de juntar el regalo del intercambio, la maleta que hice para quedarme en casa de Héctor, los juegos de mesa por si se antojaba, los regalos chistosos para el intercambio en broma, meter el queso philadelphia, echar todo eso a la cajuela y de paso intentar quitarme el olor a tocino de las manos y lavarme los dientes.
De camino, a Héctor y a Pornie me hablaron para decirme que si Malena y yo podíamos pasar por los refrescos, los hielos y una botella de tequila (siempre es lo mismo pensé). "Que no pueden ir ustedes en lo que llegamos? Nos vamos a tardar más en llegar..." "Es que no podemos salir porque estamos esperando a Mary y el postre está en el horno" Pues ya qué, pensé. "Bueno, está bien, nosotros pasamos" Finalmente llegamos a casa de Hrín donde entre cuatro apenas alcanzamos a bajar lo que llevábamos entre Male y yo (Male también llevaba maleta de ropa, las botellas de vino, bolsas de pan, charola de carnes frías, chocolates, miles de regalos chistosos, el regalo del intercambio, etc. Cagadísimo que cuando entramos, la Porna estaba en la puerta con una bandejita con cinco caballitos de tequila, sal y un platito de limones, súper linda (bueno, también parecía de las niñas estas que te dan cosas a probar en el súper, jajajaja.
Después del hidalgazo de bienvenida, empezamos la comedera con singular alegría. Al tiempo que hacíamos el intercambio (Mary no se acordó que esa noche tenía una boda y se iba temprano, por eso nos vimos a esa hora), en el cual a todos nos encantaron nuestras bufanditas, empezamos el intercambio de los regalos chistosos. A diferencia del año pasado, donde aparecieron lentes con nariz en forma de pene y otros artículos obscenos, en este aparecieron souvenirs europeos y nacionales, kits para agarrar novio (con estatuita de San Antonio y esponjita de baño incluida), kits sexuales (chiclito, condón, lubricante y el cigarrito del final), boas de plumas, discos quemados, collares de sopa y muchas otras cositas.
Baile, por supuesto, mucha, mucha plática, ya sabes y mucho vino y tequilita. La cena: además de la botana (que voló), lasagna (a cargo de Pornie, bueno, más bien de su cocinera, jajajaja), ensalada de mezcla de lechugas con jitomatitos cherry y aderezo italiano picante (muy picante! a cargo de Mary), unos vinitos tintos deliciosos (como siempre, a cargo de Male) y de postre un riquísimo brownie de chocolate con helado de vainilla (ahora el Chiquis realmente se aplicó!). Después nuestras ya tradicionales dinámicas navideñas para decirnos cosas bonitas (para una de ellas este año nos pirateamos de Legally Blonde 2 la Snap Coup). Jajajajaja, ay amiga ya te estoy haciendo la reseña de la cenaa, jajajajaja perdón, pero bueno ya no te aburro más con la crónica. El punto es que no descansé nada porque, as usual, terminamos tipo 4am entre comer, bailar, gritar, cantar, hacer nuestras dinámicas navideñas y charlar y charlar, y chupar y chupar ya sabes. El domingo entre tratar de descansar y leer se me fue el día. Por cierto, te recomiendo la peli de Rory O'shea Was Here, bastante emotiva (me la pasé con el ojo remi [bueno a decir verdad chillé casi todo el final] y moqueando).
Pasando al punto 2, TE CONFIRMO LO DE LA CENA, nada más avísame a qué hora y en dónde amiga, me va a dar mucho gusto verlos a tí y a Gabo. Allí les llevo la invitación de la boda. ¿Y cuál era el punto 3???? Ah sí, ya apunté el número de cuenta, te deposito mañana lo de los chocolates que by the way mañana te hablo porque ya se me olvidó cuanto era.
Por cierto, tenías razón, hoy sí alcancé abierto El Sinaloa, jajaja pero cagado porque tenía tanta hambre que ni esperé a que el Panzón se acabara de estacionar cuando yo ya iba corriendo (literalmente) a los brazos de Laura y Pepe (jajajaja igual y pensaron que era la emoción de verlos... CUÁAAAAALLLL era mi apetito voraz y mi hambre desesperada). De tanta hambre creo que exageré: de entrada un Quetaco de camarones, en seguida un taquito (bueno tacote, más bien) de marlin con camarones y quesito, luego un sope de marlin, un taco de pescadito frito y ¿por qué no? rematé con otro “taquito” de marlin. Ay amiga, ni hablaba!!! moría de hambre! Eso sí, mi coca light, jajaja. El Panzón me acompañó con un quetaco de camarones y también le pareció buenísimo: El Sinaloa ha ganado otro fan.
By the way, Lau me preguntó por tí y te manda saludos. Ya me despido amiga y te mando un beso. Saludos a Gabo. Te veo el jueves!!